¿POR
QUÉ EL HOMBRE NO HA VUELTO A LA LUNA?
Desde
que el astronauta Neil Armstrong pisó la Luna ese 20 de julio de
1969 hasta el también astronauta estadounidense Eugene Cernan, el 7
de diciembre de 1972, el hombre no ha vuelto a pisar el satélite
terrestre. En resumen, en esos 3 años, fueron sólo doce los
hombres, entre 7 mil millones de habitantes los que vivieron esta
experiencia única.
Quizá
por lo espectacular de aquella hazaña o tal vez porque solo pudo ser
vivida por unos cuantos, muchos en la actualidad se preguntan por qué
luego de casi cuarenta años de civilización moderna, el hombre no
ha pisado nuevamente nuestro satélite.
Estas
son las teorías:
No
hemos vuelto porque nunca hemos llegado
La
teoría de conspiración con cierta popularidad entre la población
mundial, sobre todo en la población más joven, es aquella que
indica que el hombre no ha vuelto a la Luna, simplemente, porque el
hombre nunca viajó a la Luna.
Para
los defensores de esta teoría, el hombre nunca llegó a la Luna, el
viaje del Apolo 11 en 1969, fue un fiasco, que todo lo que vieron
aquella generación en sus televisores no fue más que una producción
cinematográfica del más alto nivel con el único fin de ganar de
una vez por todas, la carrera al espacio a la ex Unión Soviética.
Era la representación perfecta para demostrar el poderío del
capitalismo americano frente al comunismo soviético.
Ahora
bien, ¿cómo se explica no solo la misión Apolo 11 sino las demás
misiones Apolo que fueron enviadas a la Luna? O ¿cómo se explican
los restos de instrumentos y maquinaria fabricada por el hombre
dejados en la Luna y que pueden seguirse y verse desde la Tierra?
Pues bien, esas preguntas las dejamos allí.
Sí
fuimos a la Luna pero vimos lo que no debimos ver
Otra
teoría del por qué el hombre no ha vuelto a la Luna puede decirse
que es contradictoria a la expuesta anteriormente: el hombre sí
llegó a la Luna, pero vieron allí algo que les impidió volver.
Esta teoría se basa en que desde las misiones Apolo 11 al Apolo 17
(las misiones que llegaron a la Luna), la NASA o el gobierno de los
Estados Unidos, descubrieron o se encontraron (suponiendo que sabían
que existía) con seres extraterrestres, con fenómenos extraños,
que les impidió continuar con las misiones. Aquellos que han visto
la película Apolo 18 (que por cierto se basa en una supuesta misión
secreta enviada por la NASA), pueden darse una idea general de esta
teoría, al parecer, los astronautas se habrían encontrado con un
peligro extraterrestre y por ello, el gobierno decidió que no era
prudente volver otra vez a nuestro satélite. Algunos van más allá,
y dicen incluso que hubo en un inicio una especie de “permiso” de
los seres extraterrestres para que nosotros podamos ir a la Luna,
pero luego nos negaron ese permiso y las misiones posteriores al
Apolo 17 (se programaron hasta la misión 20) no fue posible.
Ciudades
en la Luna y bombas nucleares
Otra
teoría de la conspiración explica que la razón por la que no hemos
vuelto a la Luna tiene que ver mucho con lo escrito anteriormente, es
decir, que la NASA descubrió (o sabía que había allí) algo
extraordinario, y esto extraordinario no eran seres extraterrestres,
sino restos de antiguas civilizaciones que habían habitado en algún
tiempo remoto o no, nuestro satélite.
Esta
idea de supuestas ciudades en la Luna, de que habría restos de
construcciones de alguna civilización selenita, habría sido
reforzada por aquel vídeo en el que se muestra a los astronautas del
Apolo 11 caminando en esta supuesta ciudad lunar que fue difundido en
el documental Mirlo Rojo del programa Planeta Encantado del escritor
español, Juan José Benítez, y que fue difundido en el 2004. Este
es el video que generó la polémica en España y en varias partes
del mundo:
Quien
esté interesado podrá ver en el enlace el documental íntegro.
En
la Luna no hay nada por qué volver
Una
de las teorías más simples, y ya alejados de toda cuestión
conspiranoica es que si el hombre no ha vuelto a la Luna es porque
simplemente se ha dado cuenta de que, salvo por cuestiones de
curiosidad científica, no hay nada qué ver o explotar allí para
sacarle algún provecho económico o comercial. Es decir, luego de
ser explorada con las siete misiones Apolo, llegaron a la conclusión
de que no valía la pena volver allí, o por lo menos, no volver a
enviar a un hombre allí, que bastaba con satélites o en el mejor de
los casos con robots. Vale decir, que entre las misiones Apolo 11 y
17 se trajeron de la Luna una media tonelada de rocas que ha servido
para el estudio del suelo lunar, pero al parecer para nada más.
Sin
embargo, algunos sostienen que la idea de que no hay motivos para no
volver a la Luna, no sería tan cierta, algunos hablan del Helio 3,
un elemento químico sumamente escaso en la Tierra y que sería fácil
de encontrar en la Luna. Se estima que en nuestro satélite habría
cerca de un millón de toneladas de Helio 3 en su suelo, este
elemento serviría, si se logra la tecnología en el futuro, de ser
una importante fuente de energía para las civilizaciones de la
Tierra, sustituyendo por ejemplo, al petróleo. Se dice que 25
toneladas de Helio 3 bastaría para cubrir con energía a los Estados
Unidos o a toda la Unión Europea por un año, sin embargo, como
hemos dicho, aún no se ha desarrollado la tecnología para utilizar
este recurso lunar.
Falta
de interés político y de la NASA
Otra
teoría aún más simple de lo expuesto anteriormente, y es la de que
los Estados Unidos dejó de lado las misiones Apolo por la falta de
interés tanto político como del público. En el primer caso, una
vez que los Estados Unidos probó que podía llegar a la Luna y que
además, podía hacerlo cuántas veces quisiera, ya no tenía nada
que probarle a la ex Unión Soviética, la carrera estaba ganada y
los enemigos de la Guerra Fría, estaban muy lejos de poder
alcanzarles, fue una meta política anunciada por el presidente John
F. Kennedy en tiempos políticos complicados y esta meta se cumplió.
En el otro caso, luego de la llegada del primer hombre a la Luna, el
público estadounidense dejó de interesarle estos viajes lunares,
ver a hombres recogiendo rocas en un suelo en donde no se veía más
que espacio gris y negro, dejó de ser entretenido y hasta
interesante para el gran público norteamericana. Además, esta falta
de interés en el público sobre los vuelos tripulados a la Luna le
quitó apoyo popular a la NASA, algo que necesitaba para sustentar y
sobre todo financiar, como veremos más adelante, las posteriores
misiones a la Luna.
Falta
de dinero: eso es todo
Ahora
bien, la teoría que sostienen los científicos y especialistas en el
tema, que considero es la más probable, es que si no hemos vuelto a
la Luna es simplemente por cuestiones económicas. Y aquí podemos
mezclar las dos razones expuestas anteriormente, pues la falta de
recursos explotables en la Luna, así como la falta de interés
político y de la gente, provocó un recorte de presupuesto
importante en las misiones tripuladas de la Luna (la misión Apolo
tenía programada 20 misiones a la Luna).
Recordemos
que la misión a la Luna costó al gobierno de los Estados Unidos en
los años 70 unos 20 mil a 25 mil millones de dólares, que
convertidos a la cotización actual sería de unos 170 mil millones
de dólares. Hay que destacar que el presupuesto de la NASA en la
fecha de su creación era de 5 mil millones de dólares. Se dice que
actualmente enviar un satélite o un robot a la Luna, el costo es
sumamente inferior a lo expuesto.
Quizá
por esto el viaje a la Luna, no resulta ser, salvo por un carácter
científico, rentable para cualquier gobierno en el mundo, pese a que
ya se ha anunciado que países como China, India, Japón, Rusia y la
Unión Europea, pretenden poner un hombre en la Luna a inicios del
2020, con lo que se asegura que el hombre volverá a la Luna. Así
que volveremos a la Luna, si no es con los Estados Unidos, tal vez
con aquel otro país del mundo.
En
todo caso, el próximo paso y el que todos o muchos esperamos es tal
vez el dar un paso más, quizá ya no sólo enviar hombres a la Luna
para una caminata y recojo de piedras sino para construir la tan
ansiada base lunar, o tal vez, gastar esos recursos para el también
soñado viaje tripulado a Marte. Habrá que esperar, y tener la
suerte de ser parte de esa generación, como aquella de los 70’s
que tenga la suerte de ver un avance tecnológico y científico tan
espectacular como aquel primer paso de Neil Armstrong en el suelo
lunar.