miércoles, 19 de marzo de 2014


¿POR QUÉ EL HOMBRE NO HA VUELTO A LA LUNA?

Desde que el astronauta Neil Armstrong pisó la Luna ese 20 de julio de 1969 hasta el también astronauta estadounidense Eugene Cernan, el 7 de diciembre de 1972, el hombre no ha vuelto a pisar el satélite terrestre. En resumen, en esos 3 años, fueron sólo doce los hombres, entre 7 mil millones de habitantes los que vivieron esta experiencia única.


Quizá por lo espectacular de aquella hazaña o tal vez porque solo pudo ser vivida por unos cuantos, muchos en la actualidad se preguntan por qué luego de casi cuarenta años de civilización moderna, el hombre no ha pisado nuevamente nuestro satélite.

Estas son las teorías:

No hemos vuelto porque nunca hemos llegado

La teoría de conspiración con cierta popularidad entre la población mundial, sobre todo en la población más joven, es aquella que indica que el hombre no ha vuelto a la Luna, simplemente, porque el hombre nunca viajó a la Luna.
Para los defensores de esta teoría, el hombre nunca llegó a la Luna, el viaje del Apolo 11 en 1969, fue un fiasco, que todo lo que vieron aquella generación en sus televisores no fue más que una producción cinematográfica del más alto nivel con el único fin de ganar de una vez por todas, la carrera al espacio a la ex Unión Soviética. Era la representación perfecta para demostrar el poderío del capitalismo americano frente al comunismo soviético.
Ahora bien, ¿cómo se explica no solo la misión Apolo 11 sino las demás misiones Apolo que fueron enviadas a la Luna? O ¿cómo se explican los restos de instrumentos y maquinaria fabricada por el hombre dejados en la Luna y que pueden seguirse y verse desde la Tierra? Pues bien, esas preguntas las dejamos allí.


Sí fuimos a la Luna pero vimos lo que no debimos ver

Otra teoría del por qué el hombre no ha vuelto a la Luna puede decirse que es contradictoria a la expuesta anteriormente: el hombre sí llegó a la Luna, pero vieron allí algo que les impidió volver. Esta teoría se basa en que desde las misiones Apolo 11 al Apolo 17 (las misiones que llegaron a la Luna), la NASA o el gobierno de los Estados Unidos, descubrieron o se encontraron (suponiendo que sabían que existía) con seres extraterrestres, con fenómenos extraños, que les impidió continuar con las misiones. Aquellos que han visto la película Apolo 18 (que por cierto se basa en una supuesta misión secreta enviada por la NASA), pueden darse una idea general de esta teoría, al parecer, los astronautas se habrían encontrado con un peligro extraterrestre y por ello, el gobierno decidió que no era prudente volver otra vez a nuestro satélite. Algunos van más allá, y dicen incluso que hubo en un inicio una especie de “permiso” de los seres extraterrestres para que nosotros podamos ir a la Luna, pero luego nos negaron ese permiso y las misiones posteriores al Apolo 17 (se programaron hasta la misión 20) no fue posible.

Ciudades en la Luna y bombas nucleares
Otra teoría de la conspiración explica que la razón por la que no hemos vuelto a la Luna tiene que ver mucho con lo escrito anteriormente, es decir, que la NASA descubrió (o sabía que había allí) algo extraordinario, y esto extraordinario no eran seres extraterrestres, sino restos de antiguas civilizaciones que habían habitado en algún tiempo remoto o no, nuestro satélite.
Esta idea de supuestas ciudades en la Luna, de que habría restos de construcciones de alguna civilización selenita, habría sido reforzada por aquel vídeo en el que se muestra a los astronautas del Apolo 11 caminando en esta supuesta ciudad lunar que fue difundido en el documental Mirlo Rojo del programa Planeta Encantado del escritor español, Juan José Benítez, y que fue difundido en el 2004. Este es el video que generó la polémica en España y en varias partes del mundo:



Quien esté interesado podrá ver en el enlace el documental íntegro.


En la Luna no hay nada por qué volver


Una de las teorías más simples, y ya alejados de toda cuestión conspiranoica es que si el hombre no ha vuelto a la Luna es porque simplemente se ha dado cuenta de que, salvo por cuestiones de curiosidad científica, no hay nada qué ver o explotar allí para sacarle algún provecho económico o comercial. Es decir, luego de ser explorada con las siete misiones Apolo, llegaron a la conclusión de que no valía la pena volver allí, o por lo menos, no volver a enviar a un hombre allí, que bastaba con satélites o en el mejor de los casos con robots. Vale decir, que entre las misiones Apolo 11 y 17 se trajeron de la Luna una media tonelada de rocas que ha servido para el estudio del suelo lunar, pero al parecer para nada más.
Sin embargo, algunos sostienen que la idea de que no hay motivos para no volver a la Luna, no sería tan cierta, algunos hablan del Helio 3, un elemento químico sumamente escaso en la Tierra y que sería fácil de encontrar en la Luna. Se estima que en nuestro satélite habría cerca de un millón de toneladas de Helio 3 en su suelo, este elemento serviría, si se logra la tecnología en el futuro, de ser una importante fuente de energía para las civilizaciones de la Tierra, sustituyendo por ejemplo, al petróleo. Se dice que 25 toneladas de Helio 3 bastaría para cubrir con energía a los Estados Unidos o a toda la Unión Europea por un año, sin embargo, como hemos dicho, aún no se ha desarrollado la tecnología para utilizar este recurso lunar.

Falta de interés político y de la NASA

Otra teoría aún más simple de lo expuesto anteriormente, y es la de que los Estados Unidos dejó de lado las misiones Apolo por la falta de interés tanto político como del público. En el primer caso, una vez que los Estados Unidos probó que podía llegar a la Luna y que además, podía hacerlo cuántas veces quisiera, ya no tenía nada que probarle a la ex Unión Soviética, la carrera estaba ganada y los enemigos de la Guerra Fría, estaban muy lejos de poder alcanzarles, fue una meta política anunciada por el presidente John F. Kennedy en tiempos políticos complicados y esta meta se cumplió. En el otro caso, luego de la llegada del primer hombre a la Luna, el público estadounidense dejó de interesarle estos viajes lunares, ver a hombres recogiendo rocas en un suelo en donde no se veía más que espacio gris y negro, dejó de ser entretenido y hasta interesante para el gran público norteamericana. Además, esta falta de interés en el público sobre los vuelos tripulados a la Luna le quitó apoyo popular a la NASA, algo que necesitaba para sustentar y sobre todo financiar, como veremos más adelante, las posteriores misiones a la Luna.


Falta de dinero: eso es todo

Ahora bien, la teoría que sostienen los científicos y especialistas en el tema, que considero es la más probable, es que si no hemos vuelto a la Luna es simplemente por cuestiones económicas. Y aquí podemos mezclar las dos razones expuestas anteriormente, pues la falta de recursos explotables en la Luna, así como la falta de interés político y de la gente, provocó un recorte de presupuesto importante en las misiones tripuladas de la Luna (la misión Apolo tenía programada 20 misiones a la Luna).
Recordemos que la misión a la Luna costó al gobierno de los Estados Unidos en los años 70 unos 20 mil a 25 mil millones de dólares, que convertidos a la cotización actual sería de unos 170 mil millones de dólares. Hay que destacar que el presupuesto de la NASA en la fecha de su creación era de 5 mil millones de dólares. Se dice que actualmente enviar un satélite o un robot a la Luna, el costo es sumamente inferior a lo expuesto.
Quizá por esto el viaje a la Luna, no resulta ser, salvo por un carácter científico, rentable para cualquier gobierno en el mundo, pese a que ya se ha anunciado que países como China, India, Japón, Rusia y la Unión Europea, pretenden poner un hombre en la Luna a inicios del 2020, con lo que se asegura que el hombre volverá a la Luna. Así que volveremos a la Luna, si no es con los Estados Unidos, tal vez con aquel otro país del mundo.

En todo caso, el próximo paso y el que todos o muchos esperamos es tal vez el dar un paso más, quizá ya no sólo enviar hombres a la Luna para una caminata y recojo de piedras sino para construir la tan ansiada base lunar, o tal vez, gastar esos recursos para el también soñado viaje tripulado a Marte. Habrá que esperar, y tener la suerte de ser parte de esa generación, como aquella de los 70’s que tenga la suerte de ver un avance tecnológico y científico tan espectacular como aquel primer paso de Neil Armstrong en el suelo lunar.

No hay comentarios:

Publicar un comentario